martes, 21 de septiembre de 2010

REDESCRIPCIÓN DEL ESPACIO PÚBLICO


MANIFIESTO
Se plantea una nueva distribución de los comercios y equipamientos dentro del tejido residencial, ampliando su localización a cualquier altura respecto del plano horizontal. Esto se ve justificado al tratarse de un esquema diferente de ciudad en el que el plano del suelo pierde su protagonismo para estos usos al no poder absorber la demanda de tráfico rodado.

A la vez se amplía el espacio destinado a usos públicos al ocupar parte de las azoteas, de forma que se establezcan unas actividades programadas.


Para que estos equipamientos, comercios y espacios públicos funcionen correctamente han de ofrecerse a las calles. Para ello se plantea que al igual que los comercios en planta baja tienen unas aberturas y proporciones distintas a las de las viviendas, se lleve esto al esquema de diferentes alturas conformando una heterogeneidad que les caracterice. Como accesos verticales a las plantas intermedias y azoteas, se proponen tanto exteriores como  semi-exteriores en los espacios vacios de la trama urbana.

Por otra parte, la introducción de viviendas en la planta baja permite la posibilidad de un reajuste arquitectónico que dote al barrio de mayor calidad.

PROGRAMA
-       - Espacios públicos programados en azoteas.
-     - Espacios públicos en plantas intermedias del tejido residencial.
-     - Accesos a plantas superiores mediante estructuras exteriores y tras fachada en los vacios de la trama urbana.
-     - Ocupación de parte de la planta baja por viviendas.


                           
     
                                

sábado, 18 de septiembre de 2010

UNA ALTERNATIVA A LA CARENCIA DE ESPACIO PÚBLICO

Barcelona es una ciudad que intenta abrirse al exterior, la escasez de espacio público disponible en el casco antiguo hace que la mayoría de edificaciones estén dotadas de cubiertas planas. Esto permite considerar la ciudad desde otro punto de vista, como una segunda cota en la que los ciudadanos participan indirectamente del espacio semiprivado-semipúblico de de otros, que puede generar situaciones interesantes de espacios públicos destinados a toda la población.




PROBLEMAS DEL ESPACIO PÚBLICO


Esta zona se encuentra parcialmente degradada debido a la falta de mantenimiento, al desuso de gran parte de los comercios disponibles en planta baja que deberían potenciar la fluencia de gente, y a una posible situación inicial de marginalidad, ya que la situación precaria de las viviendas hace que se concentre población extranjera en condiciones no adecuadas de habitabilidad, que en vez de favorecer su integración en el entorno provoca una visión ciudadana de inseguridad potenciada por las características del espacio público.

EL TEJIDO URBANO

Ya a principios del siglo XIX esta zona se corresponde con un tejido prácticamente compacto con un espacio rellanado casi por completo con edificios.

Esta situación se origina en la segunda mitad del siglo XVIII debido al gran crecimiento demográfico que se produzco y al desarrollo de la industria textil, la cual empezó a competir con la residencia y las instituciones por la ocupación de suelo. Todo esto llevó a la ocupación de gran parte de los espacios libres del tejido antiguo.

De esta manera, se produjo un proceso de densificación, aumentando así la altura de los edificios, variando con ello las secciones de las calles y las características del espacio público.


CARACTERÍSTICAS DE LOS ESPACIOS PÚBLICOS


Tanto la calle Laietana como la calle de la Princesa se entienden como unas vías que comunican distintos puntos dentro del tejido de la ciudad, en cambio las callejuelas que atraviesan las manzanas constituyen los lugares desde los que se acceden a los edificios. Además, dichos callejones sustituyen a los patios privados permitiendo la abertura del espacio privado al exterior, así como el soleamiento, la ventilación,..., de manera que cumplen la función de estos dotando también al barrio de mayor espacio público. 



La calle de la Princesa, a diferencia de las calles medievales, surge a partir del proyecto, con una idea de imagen, de proporción, y pasa a ser, por su forma, un elemento básico de la forma de la ciudad. Las calles medievales son resultado del crecimiento de las edificaciones, se constituyen como sus bordes.




Otra diferencia entre estas dos estructuras de vías es que en la calle Princesa aparece una visual de larga distancia que no es posible en los callejones, ya que la densificación del tejido medieval lo impide.

El esquema de los paramentos visuales varía desde las fachadas compuestas y regulares de la calle de la Princesa que supone una arquitectura representativa, hasta la inexistencia de esta en las calles medievales al generarse como yuxtaposición de elementos no relacionados compositivamente.